La silenciosa cosecha de todos estos años
se agosta en los cajones, envejece conmigo.
De tarde en tarde, mi mano se distrae
quitándoles el polvo a esos vestigios
de emoción
que se niegan a morir. Vuelven siempre,
sumisos, al anónimo reposo de la espera.
Se alinean al azar bajo inseguros rótulos
que alivian, como huellas, mi paso por el tiempo.
Austeros epitafios,
sombras, murmuraciones vagas
que se acogen, como gatos,
a la escueta caricia de la melancolía.
Alfredo Buxán
Realmente eres un ojo - cámara.
ResponderEliminarEspero seguir este blog e irme enterando de tú forma de ver.
Juvenal
Gracias Juvenal, espero seguir haciendo que te interese mi forma de mirar. Todo el mundo tiene una forma de ver distinta, lo dificil es ver la realidad de forma distinta, y plasmarlo de manera atractiva.
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