Xavier León
Hace algún tiempo entré con permiso del dueño en un Mas semi-abandonado del Baix Empordà,
mi sorpresa fue ver que si que habían habitantes, y no eran ocupas, llevaban allí desde siempre, en la oscuridad, sin hablar, siempre en silencio, pero aquello era su casa, yo era el extraño. Cuando coloqué los focos para inmortalizarlos cobraron vida me sonrieron y me dijeron- ¡Creíamos que no vendrías nunca!
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